Nuestra experiencia en el ámbito del intercambio cultural entre Andalucía y Japón se circunscribe a los ejemplos que hemos ido recogiendo durante más de quince años de actividades de promoción de la oferta exportable andaluza en aquel país. Es por tanto una aportación sectorial, muy particular, que esperamos pueda enriquecer el debate previsto.
Mi breve intervención girará en torno a cómo hemos aprovechado durante estos años la curiosa afinidad entre japoneses y andaluces y el interés de aquellos por nuestras manifestaciones culturales. La promoción en Japón de nuestros productos agroalimentarios y de nuestros vinos se ha basado en buena medida en estrategias de marketing que apelaban a esta simpatía que el pueblo japonés ha mostrado siempre por “lo andaluz”.