Fallece nuestro socio honorífico D. Fernando García Gutiérrez
D. Fernando García Gutiérrez, socio honorífico de ADEC JAP-AN, falleció en la mañana del jueves 19 de abril.
ADEC JAP-AN expresa desde aquí su más sentido pésame.
Junto con otras instituciones, estamos planificando la organización de actividades de homenaje. De momento, queremos compartir con vosotros estas palabras que publicaremos en nuestra web como homenaje y despedida, y que compartiremos con otras que diversos conocidos están haciendo públicas.
D. Fernando García Gutiérrez y su estela en ADEC JAP-AN
No soy capaz de recordar cuándo ni cómo conocí a D. Fernando García Gutiérrez, pero el 28 de marzo de 2008, recién fundada la asociación ADEC JAP-AN, ya le fue otorgada la mención de socio honorífico tras una magnifica conferencia sobre "El Zen y el arte Japonés" (que tanto amaba) con la que nos obsequió. Para entonces, llevábamos al menos año y medio manteniendo agradables conversaciones telefónicas, y me había mostrado la Colección de Arte Oriental que con tanto cariño descubrió durante años a muchos socios de nuestra asociación y a otros amantes del Arte Japonés. No sé desde cuándo, pero es seguro que aquel 28 de marzo de 2008, Fernando, (le llamaré así en adelante, como solía dirigirme a él) ya era una persona muy querida para mí, y un ejemplo a seguir en el estudio de la cultura japonesa y en muchos otros aspectos.
Desde entonces, durante estos últimos “más de diez años”, Fernando siempre estuvo ahí. En lo bueno y en lo malo, su apoyo siempre se hizo notar en ADEC JAP-AN, en cada proyecto que acometíamos y que él siempre recibía con ilusión. A pesar de sus cargos, sus compromisos, sus miles de ocupaciones académicas,... nunca dejó de atender la más mínima petición por parte de una pequeña asociación como la nuestra. Tenerle como socio honorífico ya era todo un lujo, pero él nunca se conformó sólo con el distintivo. Impulsó nuestra biblioteca gracias a una importante donación de volúmenes que nos permitió poner en marcha el proyecto; de propia voluntad, dedicaba su tiempo a revisar la lista anual de libros para comprobar que no nos faltaba ninguno que él pudiera subsanar, y nunca se olvidaba de hacernos llegar un volumen de cada nueva publicación. Ha impartido conferencias en cada actividad en la que le hemos pedido que participara, gestionándonos también las visitas a la Colección de Arte Oriental que, de su mano, eran mucho más que excepcionales. Puso siempre en nuestras manos, sin que se lo pidiéramos, todos los recursos de los que pudo disponer para ayudar a que cualquier pequeña actividad saliera adelante con éxito. Y todo esto, siempre, con su sonrisa característica, su buen humor, su bondad y el buen hacer que le han caracterizado.
Aunque acaba de dejarnos, su ausencia se ha hecho presente en los últimos meses. Estoy segura de que hubiera disfrutado muchísimo de la II Semana Cultural de Japón en Sevilla (donde notamos el vacío que dejaba fundamentalmente en la actividad celebrada en la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría), o en la reciente celebración del X Aniversario de ADEC JAP-AN. Desde luego, ya le hemos echado mucho de menos.
Recordar a Fernando pasa obligatoriamente por recordar numerosas anécdotas que él siempre refería entre risas y buenos ratos. Ahora, ADEC JAP-AN tiene la obligación de mantener todos los esfuerzos que hizo para impulsarnos; no debemos defraudarle, pues en gran parte nos debemos a él. Nuestra obligación es recordarle siguiendo su estela: con el corazón lleno de bondad, ganas de aprender y una sonrisa franca en el rostro.
ADEC JAP-AN como institución y todos los que cruzamos nuestro camino con el suyo, seguiremos a su lado y lo tendremos muy presente en nuestra memoria y nuestro corazón.
Anjhara Gómez Aragón
Presidenta ADEC JAP-AN